Todos un día, si Dios quiere seremos
viejitos… Y cuando eso pase necesitaremos mas que nun..ca de la consideración
de nuestra familia...
Ojala que tengamos la bendición de llegar sin achaques
y con mucha energía, pero…y si no es así???...
Cuando le enseñas a tus hijos a amar a los animales, a
respetar al familiar canino de la casa…a acompañarlo en su vejez…estas creando
futuro…y estas invirtiendo en el tuyo…
Hoy… escuche esta historia que me
encanto y quiero compartírselas:
Tuvimos muchos perritos en mi familia, todos llegaron a viejos, a los 9 años, ya sabía, lo que era levantarle la cadera a Cachilo, a quien la vejez lo tenía con una terrible artrosis, para que pudiera hacer sus necesidades, todos en la casa nos turnábamos para hacerlo.
Cuando mi abuelo quedo cuadripléjico y vino a vivir a nuestra casa, no nos pareció extraño, era natural para nosotros, refregar sus piernas cansadas, poner el almohadón entre las rodillas para que no choquen los huesos, ponerlo de costado para que no se escaree, masajearle los lugares de apoyo para que la sangre circulara, era normal para nosotros abrir su mano entumecida para limpiarla, acomodar la faja de la cama para girarlo, el 1,2,3.. que antecedía subirlo a la silla o para bajarlo de ella a la cama.
Tuvimos muchos perritos en mi familia, todos llegaron a viejos, a los 9 años, ya sabía, lo que era levantarle la cadera a Cachilo, a quien la vejez lo tenía con una terrible artrosis, para que pudiera hacer sus necesidades, todos en la casa nos turnábamos para hacerlo.
Cuando mi abuelo quedo cuadripléjico y vino a vivir a nuestra casa, no nos pareció extraño, era natural para nosotros, refregar sus piernas cansadas, poner el almohadón entre las rodillas para que no choquen los huesos, ponerlo de costado para que no se escaree, masajearle los lugares de apoyo para que la sangre circulara, era normal para nosotros abrir su mano entumecida para limpiarla, acomodar la faja de la cama para girarlo, el 1,2,3.. que antecedía subirlo a la silla o para bajarlo de ella a la cama.
Mi abuelo dos días antes de morir, mientras le
cambiaba el pañal, me dijo, “Me puedo morir tranquilo…Mi vida debió valer la
pena, para recibir esto de ustedes…” Y si que valió la pena, mi abuelo tenía en
su patio muchos perros, y lo he visto llorar, al duro portugués, enterrando a
su viejo y entrañable lobo, he visto a mi abuelo acomodar las patitas en el
carrito que el mismo le construyo a la mini, la hermanita de sanson, una
perrita que tuvo un accidente y quedo invalida de sus patitas de atrás… Mi
abuelo sembro….y cosecho…
Les dejo un texto de A. George T. Angell, un abogado
estadounidense pionero en la lucha animalista que dice así: “A veces me
preguntan ¿Por qué inviertes todo ese tiempo y dinero hablando de la amabilidad
con los animales, cuando existe tanta crueldad hacía el hombre? A lo que yo
respondo: Estoy trabajando en las raíces”