miércoles, 30 de julio de 2025

Me inspiraste tanto...

Querida abuela (no "abuelita" porque no te gustaba). Siempre he pensado que eras una chingona. Y no es mentira, lo eras. Una mujer muy capaz, que pasó su vida logrando cosas y ayudando a los demás. Te quise a mi modo y mucho. Fue difícil tener una abuela como tú, eras una mujer con una personalidad fuertísima, eras dadivosa, independiente, trabajadora, con una seguridad que ya quisiera yo la cuarta parte, te admiraba mucho. 

Recuerdo que un día estábamos en Centro Médico fuimos por mi papá a su trabajo, no recuerdo a donde íbamos a ir, el chiste es que en esa entrada al hospital había vigilante en esa entrada, y me dijiste “aquí te espero, ve por tu papá, obviamente no traes credencial pero, tu saludas con voz segura y fuerte al vigilante y te pasas con tal seguridad que no te va a decir nada”, yo con mi cara de susto, no te dije nada y me fui así como me dijiste, salude al vigilante y me pase rápido con tal seguridad que ni tiempo le dio de decirme algo, pues te cuento que ese consejo lo sigo aplicando hasta el día de hoy, y siempre funciona Ü 

De tu vida sé muy poco, son retazos que tú nos fuiste contando mientras coincidimos en esto que llaman "vida". Eras un misterio lleno de contradicciones. El rencor que le tenías al abuelo (a quien no conocí y alguien alguna vez dijo que se parecía a mi), sé que lo quisiste mucho, aunque eso de querer se te dificultaba bastante. 

Un día llegaste a nuestra casa con dos muñecas hermosas de esas de colección con vestido rosa palo, sus zapatitos blancos y una diadema de flores, no recuerdo cuantos años teníamos mi hermana y yo, pero nos las llevaste así, sin ningún motivo, y me quede impactada cuando me diste la mía, nunca había tenido algo tan bonito. Recuerdo, sobre todo, que cada domingo que íbamos a visitarte me tenías un regalo y siempre regresaba a casa con alguna cosa (bolsa, vestido, anillo, perfume) cosas que no necesitabas darme porque yo iba a verte con gusto y no por los regalitos, aunque siempre demostraste tu cariño dando cosas materiales, y aunque jamás me dijiste un te quiero o un abrazo sabía de tu amor, y viceversa, mi papá te adoraba y tu a él, y agradezco infinitamente que fueras tan buena con mi mamá, ella también te quería muchísimo cómo tu a ella. 

Aprendí de ti muchas cosas, desde tu perseverancia por hacer las cosas, hasta el saber que todas las personas son importantes y jamás hagas lo que no quieres que te hagan, aprendí tu amor por las plantas, a mí también me encantan y ahora tengo muchas. Se cuanto te gustaba vivir, y tus palabras eran “que me den unos dos años más de vida para hacer tal o cual cosa, no sabes cuanto desearía que estuvieras hoy aquí, ya tiene muchos años que te fuiste y me faltaba crecer, madurar, trabajar, en ese tiempo no tenía dinero estaba estudiando la universidad y no te pude invitar a comer, a ir a Xochimilco por plantas, hubiéramos sido muy felices las dos comprando plantas.❤❤❤❤❤❤❤❤❤♡

Tú unías a la familia, bien sabíamos que cuando te fueras todo cambiaria y dicho y hecho, ahora hay un caos, que no saben resolver con conciencia de lo que es una familia, y no saben que destruyen lazos, en fin, la gente no cambia, así que no queda más que aceptar que el ser humano es egoísta y no valora los lazos, tanto como las cosas materiales, ellos se lo pierden. 

Tu velorio fue horrible, abuela, pero unió a la familia, fue el último día en el que estuvimos todos juntos, pero fue una experiencia bastante buena, poder despedirnos un poco más tranquilos. 

Eres de las personas que más ha marcado mi vida. A nosotros nos dejaste piezas sueltas de un rompecabezas que jamás podremos armar. Pero aprendí mucho de ti, abuela Graciela (o Lucía, eso también es un misterio). Aprendí que no hay que tenerle miedo a la felicidad, que hay que disfrutarla y vivirla sin pensar en si se va a acabar o no. Aprendí que hay que contar nuestras historias porque el pasado es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos y nietos y tú nos dejaste desheredados en ese sentido. Aprendí a quererte y a sonreír cuando te recuerdo, y qué crees? todos los días llevo conmigo el dije de unicornio que me regalaste.






El día de mi graduación fue unos de los días más felices de mi vida, estaban todos los seres humanos que más he querido en este mundo, fui afortunada, me diste de regalo dinero para mi vestido y la persona que en ese momento era mi mundo entero me acompañó a elegirlo y tuvo la paciencia de que me midiera muchísimos (que bonito vivir un amor así de bonito y reciproco), yo me sentía increíblemente feliz y tu presencia fue imprescindible para que ese día fuera grandioso, y no sabía que ya faltaba poco para que fueras de nuestra vida terrenal.  


Cada año el 24 de diciembre hacíamos intercambio de regalos, yo tenía la suerte que me tocara que me dieras tú varias veces, y era suerte porque sabíamos quiénes eran las personas que se esmeraban en los regalos y quienes no, en fin, un día pasaste por mi a mi casa y me dijiste, -vámonos por tu regalo, pero es un secreto (porque se supone que tenía que ser sorpresa) y prefiero que tu regalo te guste mucho-, me llevaste evidentemente a la juguetería, estaba entre dos opciones, y me dijiste tráete las dos cosas ya voy a pagar, y te dije -es que no me puedo decidir ayúdame- y me dijiste: “tú te mereces los dos, tráelas que ya voy a pagar” (sabes lo que siente el corazón de una niña cuando le dicen eso).

viernes, 20 de junio de 2025

Adiós

 

El tiempo a su lado se terminó.

Él fue todo lo que le pedí al universo, esa conexión que sentí fue inmediata, sentirte tan bien con la sola presencia de alguien, estar en sus brazos se sentía tan confortable, vivir algo así fue precioso…

Tengo que decir que es un ser extraordinario, me enamoré completamente de su alma, no sé, pero esas cosas se sienten pocas veces en la vida, no sólo me enamore de lo bueno, yo lo quería con todos sus fantasmas, inseguridades, su egocentrismo, sus inconsistencias, manías y complejos, sabía que podía lidiar con todo lo malo porque lo bueno lo superaba, viví una utopía en esos días.

Esta historia efímera, intensa y breve, que terminó sin final feliz, pero que me enseño tantísimas cosas, de mí, de él, de mis limites, de lo difícil que es soltar a alguien que amas tanto, de querer ir a buscarlo y abrazarlo tan, pero tan fuerte, que no quiera irse jamás y al mismo tiempo querer no volver a sentir algo así nunca más en tu vida, que no vale la pena si terminas con el corazón roto, un nudo en la garganta y un vacío en el estómago, no lo vale.

Porque hay una forma de amor -la más difícil- la que no nace del otro, sino del respeto profundo que una tiene por sí misma. Y esa es la que no se rompe.

Y bueno, siempre voy a estar agradecida con la vida por dejarme al menos compartir un ratito de su mundo tan nuevo para mi, complejo, incongruente, estructurado, interesante, diferente, sorprendente y especial. 

Y él salió corriendo de un amor b i e n bonito, y siendo tan cruel al final, y yo, estoy lista para decirle adiós my almost forever.






miércoles, 18 de junio de 2025

Mi cumpleaños 💭


 






Acabo de ver un video dónde decía: "Te vas a dar una idea correcta de quién es la gente, dependiendo de cómo te tratan en tu cumpleaños" 🎂 y me encantó porque siempre he creído eso, los cumpleaños de mis personas, son muy importantes para mí también.

Este año mi cumpleaños fue especial, influyó que yo estaba súper enamorada, entonces en esos días me sentía como en las nubes☁️☁️☁️

Me mandó un mensajito para que fuera a verlo, y yo con la sonrisa más grande del mundo, cuando lo vi lo abrace y él me abrazo también, de esos abrazos increíbles, me dio una bolsita muy bonita con un regalo envuelto, que abrí más tarde ya en casa, y cuando ví mi regalo me sentí muy feliz, porque me di cuenta que se tomó el tiempo de buscar algo que en verdad me gustara...

Pudimos festejar hasta el fin de semana y, precisamente cómo fue un 14 de febrero, aprovechamos para festejar mi cumple y el día más cursi del año... Me preparó una serenata, y eso fue muy especial para mi, la música es esencial para que todo sea perfecto en mi vida, y entre platicas, besos y unas cervezas, fue un día i n o l v i d a b l e...  

...y que increíble sentirte tan especial el día que celebras un año más de vida🤍


Ya que conté cómo la pase en mi último cumple, me encontré con una foto de mi primer cumpleaños, que me da mucha ternura y me da un poco de risa, sólo recuerdo que me contaron mis papás que mi abuela corrió al tipo ese (era amigo de mis papás), por aventar así a una bebé al pastel 😂 osease yo.



viernes, 13 de junio de 2025

 


Su presencia es de los lugares donde más cerca he estado de poder definir lo que es la felicidad…

La felicidad se me escapa como un globo entre las manos de una niña. No huye de mí, ni yo de ella pero cambia de apariencia tan seguido que son pocas las veces en la que logro nombrarlas a tiempo, son pocas las veces que logro decir “aquí soy feliz” en lugar de “ahí fui feliz” porque en el momento se me escapo, la supe nombrar, pero tarde, el punto es que ahí -y por “ahí” me refiero a él-

Tuve una despedida, pero esta vez fue una despedida impuesta, yo no quería irme, yo no quería cerrar esa puerta donde encontraba la felicidad constantemente, no quería tener que llevar ese lugar únicamente en mi memoria, conozco la fragilidad de la memoria ¿y si olvido los detalles? ¿y si no recuerdo el sonido de nuestras risas?... y me quedo con todas esas preguntas que empiezan con ¿y si…? Y nunca encontraría la manera de salir.

Sentí una tristeza innombrable, una sensación pesada de nunca llegar a tiempo a mi propia felicidad ¿podemos ser impuntuales cuando se trata de la felicidad?

Ahora se que no, que la felicidad existe en el momento que la sentimos, sin importar cuanto hagamos, la felicidad no se me escapa, se integra en mí, se disuelve en mi piel, y la he llamado de distintas maneras: paz, ternura, descanso, cuerpo, suspiros, y aunque le asigne el verbo pasado fui feliz, la felicidad es atemporal porque es un constante recordatorio de darle un verbo presente, porque no se trata de extrañar la felicidad, se trata de repetirme: si lograste sentirla ahí, lo puedes hacer en otra parte, crece donde estás dispuesto a cultivarla.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Que fortuna fue tenerte...



 Navidad… y no estás, te fuiste.

¿Cómo pongo las esferas, si ya no estará tu mano pasándome la siguiente?

Que hoy, ni navidad, ni ningún otro día volverá a ser el mismo.

Y yo sé que es la ley de la vida esto, irnos en algún momento.

Pero nadie debería irse así, a mitad de tantos sueños, ni dejado a una familia incompleta…

Así me sentía en diciembre 2024…

 


Ya ha pasado tanto tiempo que no estás con nosotros, conmigo… Y hacía muchísimo que quería escribirte, pero no podía mi alma estaba rota hace ocho años…

Cuando era niña, me encantaba que llegara diciembre, era mi mes favorito, tengo un montón de imágenes en mi memoria de lo bonito que hacías que fueran esas fechas, ahora se me hace un nudo en la garganta sobre todo el 24, y me pregunto cómo una persona puede cambiarlo todo, ¿Por qué parecía que tú siempre estabas tan feliz?.

Siempre fuiste un ser imponente, con tanta personalidad, y cuando te recuerdo siempre viene a mi mente tu cara sonriendo…Esa dualidad tuya porque eras duro y firme y todos mis amigos te tenían miedo y, con esa apariencia, nadie se imaginaba que eras bromista, ligero y que eras tan divertido. Y que fuiste el mejor hijo, admiraba cómo tratabas y querías a mi abuela, y ella a ti, y que, con mi mamá aunque nada fue perfecto, jamás te rendiste, preferiste una familia unida, completa, yo te veía en silencio y decía quiero a alguien así en mi vida, pero donde fuiste mejor fue en tu papel de papá.

Hiciste mi niñez mágica, no podría enumerar el porqué, pero tus platicas, tus consejos, las actividades a la que nos llevabas, los libros que me leías en las noches, la música que me enseñaste, y eso marca, fuiste amor, apoyo, ligereza, seguridad, compromiso, aprendizaje, y sobre todo aprendí a sentirme valiosa, no en soberbia sino en saberme querer. Gracias, papá eres mi tesoro más preciado.

Y así pasaba la vida y todo marchaba tan bien, fueron muchos años donde todo era felicidad, y que fuera tan perfecto daba un poco de miedo, pero un hecho vino a cambiarlo todo, porque la vida es así, todo cambia de un día al otro, sin aviso, de golpe y sin anestesia.

Etapa 1. La negación. Estábamos en el hospital esperando el diagnóstico, rogándole a Dios que no fuera nada grave, pero no fue así, todo pintaba muy mal, después de una operación que no sirvió de nada y que sólo provocó más dolor.

Etapa 2. La fe. La noticia fatal, es cáncer de páncreas, no operable, y lo peor, es que es muy doloroso. Aun así, buscamos alternativas, éramos capaces de hacer lo que hiciera falta, t o d o… Sin embargo, en ese instante te das cuenta de que ni el dinero, ni las intenciones, ni tanto amor, ni la esperanza pueden cambiar el “destino”, las circunstancias, la vida… No puedo describir un dolor más insoportable que ver a alguien que amas tanto, sufrir de esa forma, no sé cómo describirlo, pero ese nudo en la garganta, ese vació en el estómago, y cómo dolía mi corazón, son sensaciones que nunca había sentido, me sentía tan impotente, de repente mi mundo se derrumbaba frente a mí.

Etapa 3. El regalo. Siempre lo supe, pero sentía raro escribirlo, tu cáncer fue un regalo para mí, pero lo entendí mucho tiempo después, yo no podía creer que la vida me quitara a la persona que más quería en la vida… Un año atrás, tuviste un accidente en mi coche y termino totalmente destruido, cuándo vimos el coche, no podíamos creer que solo te hubieras lastimado tu mano, algo muy leve. Entonces reflexionando, creo que Dios nos lo prestó un año más, y como suele pasar en los seres humanos, que pensamos que somos eternos, pues no valoramos la vida misma, y es hasta que sabes que te vas de este mundo, que quieres atesorar cada momento que queda. La vida es efímera, no sé si afortunada o desafortunadamente la mayoría no sabemos cuándo nos vamos a morir, pero en esta historia si lo sabíamos.

Fue un regalo para mí, porque en esos días hablamos mucho, te pude decir tantas cosas, te daba masajes en tus brazos, me decías que pusiera tus videos de Creedence, The Beatles, The Eagles, Queen y bueno toda la música que te gustaba, acariciar tus manos mientras escuchábamos sus canciones favoritas, aún las puedo sentir, agradecerte todo el amor que nos diste, las casitas de cobijas que nos hacías en la sala, las veces que nos llevaste a pintar y a patinar, a acampar, cuando me explicabas canciones y veíamos películas y nos hacías palomitas, y me contabas cuentos en la noche, en fin, innumerables los momentos que nos hiciste tan mágicos, que no puedo explicar cómo alguien te puede hacer sentir tanta seguridad, que si sabes que él está, todo estará bien.

Etapa 4. La resignación. Los dolores eran tan fuertes que en las noches te teníamos que sedar, y me rompió el corazón cuándo uno de esos días me dijiste que te daba miedo que llegara la noche, por los dolores que se potencializaban a esas horas, entonces con morfina lograbas descansar, hasta que llegaba la mañana y todo estaba relativamente mejor, ahí aprendí a soltar, soltar a alguien que amas tanto y que no quieres que se vaya de tu vida, es algo que no se puede describir, recuerdo  que escribí un papelito que decía: “esto también pasará”  y lo guarde en la funda de mi celular, y que cada vez que sentía que ya no podía con el dolor, lo sacaba, lo leía y eso me ayudaba.

Etapa 5. El duelo. Un día ya no estabas más… pasaron sólo dos meses desde el diagnóstico a que te fueras. El vacío era tan grande que nos costaba trabajo respirar, eras tanto, que tu ausencia era algo insoportable, y sientes que ya no puedes con tanto dolor, que la vida dejo de tener cierto sentido sin ti.

Te extraño, pero agradezco infinitamente, cada segundo a la vida por el tremendo ser humano que me tocó como papá, por la persona tan maravillosa que fuiste, y porque valió cada segundo que estuviste haciéndonos la vida especial, me diste seguridad, apoyo, disciplina, aprendizaje, me enseñaste el desapego a las cosas materiales,
“Diani, acuérdate que en esta vida somos temporales, no nos llevamos nada, por eso vive al máximo, come rico, acumula experiencias…

Hoy pude escribir sin llorar tanto, y son lagrimas diferentes, son de orgullo y de agradecimiento a la vida tan bonita que me enseñaste a crear, y que bonito es recordarlo, te llevo en el corazón papito, y sé con certeza que nos volveremos a encontrar, y que estás bien, tocando tu batería y cantando, que estás con mi abuela, nuestro Sputnik y mi almendrita. A ti te encantaba la vida y la vivías como si no hubiera un mañana, nos enseñaste a disfrutar al máximo, y así la vivimos, bueno mucho más estructuradas, centradas y planeadoras que tú afortunadamente, bueno te mando mil millones de besos, aquí te recordamos con un amor infinito.












martes, 19 de agosto de 2014

MARIPOSAS


 
 
 
Aún no sé cómo han llegado hasta ahí dentro, pero siento como revolotean. Revolotean con tanta fuerza que a veces puedo sentir que me elevan poco a poco y que puedo levantar los pies del suelo, y ser una de las protagonistas de este cuento.

No entiendo como ha pasado.

Me dejo llevar.
Confió en que todo va a salir bien.

Necesito cuidarlas... las mariposas tienen una vida muy cortita, (aunque intensa).
 
 



Quiero que la magia no se pierda, quiero sonreír como lo estoy haciendo...

 

viernes, 2 de mayo de 2014

Desde fuera


¡Qué experiencia más curiosa, salir de mí y verme desde el otro lado!

Estoy haciendo un curso sobre cómo hablar en público y uno de los primeros ejercicios ha consistido en grabarnos en vídeo mientras presentábamos un tema... Luego hemos visto en la tele la presentación de cada uno y la hemos comentado...

¡Que curioso! Tanto tiempo dando cursos, dando charlas... y todo lo que me queda por aprender... Increíble el curso, buenísimo el profe y geniales los compañeros, que hacen todo mucho más fácil y ayudan a superar la vergüenza que supone ponerte delante de gente a hacerte el valiente mientras aprendes...

Creo que debería salir más veces de mí, mirarme desde fuera...

Hacía muchísimo tiempo que no aprendía tanto, que no crecía tanto... que no miraba alrededor con los ojos tan abiertos...